El calcio y la salud ósea son fundamentales para que los niños crezcan fuertes y activos. Sin embargo, hay enfermedades que afectan este equilibrio y pueden generar problemas. Aquí te contamos sobre las más comunes:
Raquitismo:
- Es una enfermedad causada por niveles bajos de vitamina D, lo que afecta la absorción de calcio y fósforo, debilitando los huesos.
- Síntomas comunes: Dolor óseo, piernas arqueadas y retraso en el crecimiento.
- Tratamiento: Suplementos de vitamina D y calcio, junto con una dieta adecuada y exposición al sol.
Hipocalcemia (Bajo Calcio):
- Ocurre cuando el nivel de calcio en sangre es demasiado bajo, afectando músculos y nervios.
- Síntomas comunes: Espasmos musculares, calambres o incluso convulsiones.
- Tratamiento: Suplementos de calcio y, en algunos casos, manejo médico más especializado.
Osteopenia en Prematuros:
- Los bebés prematuros pueden tener huesos débiles debido a un aporte insuficiente de calcio y fósforo antes de nacer.
- Prevención: Suplementos específicos y fórmulas diseñadas para prematuros ayudan a fortalecer sus huesos.
Hipoparatiroidismo:
- Es una afección rara donde las glándulas paratiroides producen poca hormona, causando niveles bajos de calcio.
- Síntomas comunes: Hormigueo en manos y pies, contracciones musculares y retraso en el crecimiento.
- Tratamiento: Suplementos de calcio y vitamina D bajo supervisión médica.
Cuidemos de sus huesos:
Una dieta rica en calcio (leche, queso, yogur) y vitamina D, junto con actividad física y control médico regular, es esencial para prevenir y tratar estas alteraciones. Ante cualquier síntoma, ¡consulta con un especialista miembro de la SEDEP!